Clases de Canto | Escuela de Canto

Saben, el día de hoy he decidido contarles una anécdota más que marcó mi vida como cantante, pero más que nada como persona y que llevo cada día en mis recuerdos, sabiendo que los sueños sí se hacen realidad si uno los busca con todo el corazón y por la razón correcta. Así es que ésta en lugar de ser una clase de canto como tal creo que será una clase de vida que pueden o no tomar, pero que en lo particular a mí me hizo llegar en gran parte a donde estoy ahora. Espero que les guste y que ustedes también hagan un destino y una historia que en algunos años las demás personas puedan contar de generación en generación nombrándolos y poniéndolos de ejemplo como alguien que cambió aunque sea un poco el mundo. Espero que les guste.

Cuando entré a la secundaria yo no era uno de esos niños tan populares al que todas las chicas aman y buscan, más bien era tímido y me daba miedo divertirme porque sabía el gran regaño y castigo que mi padre me daría si yo fallaba en algo, así es que por ese temor a él siempre traté de portarme muy bien, ser buen estudiante y soñar, siempre soñar en lo que quería ser algún día. Me acuerdo que veía todos los días la serie de “Los años maravillosos” porque me identificaba como nadie con Kevin el protagonista. Todo era igual menos la hermana que él tenía, pues yo sólo tuve un hermano mayor que siempre me molestaba. Ahora que somos más grandes y que vivimos en polos opuestos del mundo ya no podemos llevarnos mal, y aunque tampoco lo hacíamos en aquel tiempo, era mi hermano y no podía contarle lo que me pasaba en esos años.

Yo en ese tiempo creía como nadie en el amor, en los sueños y en las fantasías, tanto que los pocos amigos que tenía me decían que era un cursi de lo peor. Pero cuando pienso cómo llegué a ser tan soñador y creer en el amor tan fuertemente sólo se me viene a la mente algo, que fue gracias a la música. Un día cuando iba en sexto de primaria no tenía muchas cosas qué hacer en mi casa después de la escuela y encontré una caja en el cuarto de mis papás con muchos cassettes, la mayoría un poco viejitos, sin embargo, nunca había visto que mi papá los sacara y los pusiera en el estéreo, por lo cual decidí investigar qué tenía ahí adentro. Ese día cambió mi vida. Lo importante es que al abrir esa caja encontré un cassette, podría decir que uno de los dos o tres discos más importantes en toda mi vida, y eran los hits de un grupo del cual yo nunca había escuchado hablar llamado “Air Supply”. Ni mi papá ni mi mamá eran muy musicales, y lo único que escuchábamos cuando íbamos en el coche siempre era rock and roll en español, que era lo que a mi papá le gustaba, pues todo lo demás eran gritos para él.

En fin, tomé ese cassette para escucharlo y la primera canción era “Making love out of nothing at all”. Déjenme decirles primero el final para que se den una idea de lo que pasaría en el camino. He ido a todos los conciertos del grupo cuando vienen a México desde que tenía 12 años. Tengo autografiados sus discos, me sé prácticamente todas sus canciones, tengo incluso los discos de colección, etc. Tal vez no haya un fan más grande en México que yo de Air Supply. Pero cuando tenía 12 años la cosa era peor. Tomé ese cassette prestado y con mis ahorros compré un “Walkman”. Para los que son muy jóvenes era como un iPod pero para cassettes. Así es que lo llevaba a la escuela todos los días y sólo lo escuchaba una y otra vez hasta que después de unos meses dejó casi de escucharse por tantas reproducciones. Y mientras tanto sugestionaba a mi cerebro sobre lo que decían las letras de esas canciones y me decía una y otra vez que el amor sí existía como ellos decían y que los milagros y los sueños podían cumplirse.

Nunca dejé de pensar en eso, así es que un día me hice una promesa cuando tenía 15 años mientras iba a un paseo de la escuela en el autobús mirando el paisaje por la ventana y viendo a todos mis compañeros jugar. Yo como siempre tenía mis audífonos puestos escuchando a “Air Supply”. Me prometí a mí mismo ser tan importante que algún día pudiera ayudar a niños sin hogar y a la gente que no tenía dinero ni los medios para poder cantar ni hacer lo que amaban hacer, pues yo en ese momento pasaba por lo mismo, no tenía las posibilidades por la falta de apoyo de mi padre de poder dedicarme a la música que era lo que yo más amaba.

Así es que al llegar a casa me propuse empezar y desde ese día nunca parar. Yo tenía un restirador para diseño gráfico un poco grande, que era donde hacía mis tareas. Quité todo de ahí y puse mi tecladito al frente. Me senté y puse una canción que me inspiraba a recordar lo que tenía que hacer. Esta es la canción por si alguien desea escucharla:

Era de “Los años maravillosos” y venía en una caja de 5 CD´s con la música de la serie. La canción me llevaba a una sensación nostálgica en la que podía recordar mi pasado parte por parte, cada momento de mi infancia, cada amor que había tenido, cada logro, cada momento de diversión, etc., para después comenzar a plasmar eso en una hoja de papel. Durante 5 meses seguidos dediqué mi vida por 5 horas diarias, incluso en la madrugada cuando mi familia dormía, a estudiar cómo escribir la música para una orquesta. Fui con músicos, gente que conocía distintos instrumentos muy raros para mí y al finalizar compuse mi primera pieza musical para una orquesta. Eran tal vez unas 100 hojas o más escritas para todos los instrumentos, en distintas claves, etc. Duraba nueve minutos y para mí era una joya, un hijo, lo más importante que había hecho hasta ese momento con mi pequeño tecladito para niños. Todo me lo imaginé, lo escribí con un estilógrafo para que quedara perfecto, y como en aquellos años no existían los softwares que hay ahora para audio o MIDI, nunca escuché cómo sonaba.

La guardé en un cajón y 10 años después la pasé en una computadora. A pesar de todos los errores que tenía, nunca, nunca, nunca cambiaría nada de esos momentos en los que me veo sentado a los 15 años, con una luz de escritorio frente a un tecladito escribiendo nota por nota lo que para mí significaba la vida. Pues desde ese día no he parado un sólo segundo de seguir mi sueño de ser muy importante y poder hacer algo por el mundo. Y aunque tal vez aún no lo hago como yo quisiera, cada día me acerco más, pues dar clases de canto es el pretexto con el cual puedo cambiar la vida de una persona, quizás dos o tres. Hasta hoy han pasado más de 10,000 alumnos por IVT, así es que si de esos uno ahora es mejor persona y ha podido seguir sus sueños, ya he logrado cumplir un poco el mío que era cambiar al mundo.

Así es que piensen muy bien la razón por la que cantan, por la que desean ser famosos y exitosos. Al final del día ser exitosos sólo por firmar autógrafos, salir en televisión y tener a muchas chicas o chicos a su alrededor no significa nada sino hay un sueño que seguir ni una historia que contar. Piensen en su verdadero motivo de leer este blog, de querer ser los mejores en el canto y la música cuando es tan difícil, cuando nadie los apoya, cuando se necesita dinero, cuando hay que practicar día y noche por ser mejores a los demás y muchas otras cosas más. No se esfuercen tanto si sólo quieren salir en la televisión y ser populares, pues hay maneras más sencillas de lograrlo. Deseen el éxito para ser un ejemplo a seguir por miles de personas, por cambiar sus corazones, por darles momentos de alegría, por hacerles creer nuevamente en el amor, en los sueños y en la magia. Como cantantes o artistas esa es su misión, comunicar sus emociones para que alguien más se identifique con ustedes.

Piensen qué están haciendo por llegar a donde quieren estar. Pregúntense sobre el tiempo que invierten preparándose, sobre el cuánto se quejan diciendo que no lo hacen porque no tienen dinero para prepararse o que nadie los apoya y si no les dan una beca no lo harán. Si no tienen dinero salgan a buscarlo, sino tienen tiempo entonces por qué sí lo tienen para echar el cafecito o para ver un programa de televisión, o para dormir más de 8 horas al día. Si en verdad quieren lograr sus sueños entreguen el corazón, entreguen la vida misma. Conviértanse en leyendas por ser personas que toda su vida persiguieron un sueño y hagan que la gente cuente su historia después de que hayan muerto. No es mañana ni la siguiente semana, es hoy, ahora, en este instante. Si quieren ser mejores cantantes pregúntense qué tienen que hacer y vayan por eso, pues tal vez mañana ya no exista esa oportunidad.

Les deseo un gran día y gracias, en verdad muchas gracias por leer este blog, por dejarme compartir mis experiencias y por darme la fuerza todos los días para escribir algo nuevo que los motive a cantar, que es lo que nos cura el alma y a ser mejores seres humanos. Los quiero mucho y hasta la próxima.

Eddie Robson – IVT President