Blog de Canto
Creando tu primer grupo musical que confie en ti
Me da muchísimo gusto regresar este 2013 después de un increíble viaje a Inglaterra en donde pude conocer cosas maravillosas para poner en práctica en IVT y compartir con todos ustedes, así es que hay muchas historias nuevas que contar respecto al canto y a los sueños que todos ustedes tienen. Ya les iré contando en el trascurso de los días algunas de las cosas que pude conocer y a las cuales iba yo enfocado en este viaje, sin embargo, el día de hoy quiero contarles una historia que fue una de las bases y momentos decisivos para que yo estuviera hoy aquí escribiendo para todos ustedes con relación al canto. Seguramente esta historia les ayudará mucho para todos los que no saben cómo empezar su carrera y cómo formar su primer grupo o banda. No necesariamente cuando hablamos de un grupo tiene que ser de rock, pueden ser solistas y cantantes de cualquier género, pero llega un momento en que necesitan gente que les ayude y que sea parte de su sueño, porque seguramente también ellos tienen el mismo. Espero que les guste y que puedan comentar.
Todo comenzó hace algunos años, cuando yo salía de la secundaria y entraba a la preparatoria. En la secundaria yo aprendí a tocar la guitarra acústica y eléctrica porque un primo mío me dijo cuando entramos al primer año que necesitábamos algo para poder ser los niños populares y entrar en el mundo de la secundaria, así es que pensamos que tocar la guitarra era una buena idea para no pasar desapercibidos por el mundo. En realidad yo tenía muchos amigos porque era la misma escuela donde había estudiado la primaria, así es que prácticamente todos mis amigos y mi generación ya me conocían. Mi primo iba en la misma generación que yo, por lo cual siempre estuvimos juntos. Y decidimos entonces comenzar con nuestras clases. Para quienes vivan en el sur de la Ciudad de México, que tengan entre 30 y 40 años y les guste la guitarra, tal vez hayan pisado la escuela a la que fui, pues era prácticamente la única que había por el rumbo, en lo que hoy es Soriana de Acoxpa y Miramontes, en la plaza comercial donde estaban los cines Gemelos.
Les cuento esto porque curiosamente conocí a un mexicano en Inglaterra hace dos semanas a quien le conté esta historia y nos sorprendimos de que ambos habíamos estado en esa escuela con el mismo maestro, pero créanme que he conocido a muchísima gente con la misma historia. El maestro se llamaba Lalo y era una tienda de música dentro de la plaza donde también daban clases de órgano. Bueno, pues ahí entré y estuve 3 años, cosa que mi primo no logró seguir, pues él sólo estuvo 3 semanas y se desesperó. Yo siempre tuve una regla en mi vida desde que era un niño muy pequeño, y la cual me inculcó mi mamá, siendo que tenía que estar por seis meses en cualquier cosa a la que entrara, es decir, que si decidía hacer una actividad nueva no podría salirme en menos de ese tiempo, porque de esa manera me daría cuenta en verdad si me gustaba o no. Y en verdad funcionó, porque eso me hizo ser constante en todo lo que hacía tratando de ser mejor cada día.
Durante la secundaria me convertí en el guitarrista oficial de la escuela, así es que obviamente estuve en el grupo instrumental que representaba al colegio y tuve grandes satisfacciones con eso, pues llegué a tocar incluso en Bellas Artes, algo que siempre quedará en mis más grandes recuerdos. De la misma manera recuerdo que cada vez que llevaba la guitarra mis amigas me pedían que tocara y cantara, lo cual regresando al principio de la historia cuando el objetivo era ser popular con las niñas estaba logrado, pues no había nadie que no me conociera por eso. Pero un día antes de que el período escolar terminara, una amiga se acercó a platicar conmigo y me dijo que había escuchado en MTV que habría un concurso para compositores y que tal vez sería una gran oportunidad para mi entrar a concursar, pues era de John Lennon. Si alguien quiere participar hoy en día en ese concurso lo puede hacer, ya que lo realiza el hijo de John y Yoko Ono. El concurso se llama “The John Lennon Songwriting Contest” y abajo está el link para que conozcan todos los detalles:
Ese era el primer año en el que el concurso se realizaba y el proceso era distinto a hoy porque no existía el internet. La verdad yo no sabía si entrar o no por varias razones. La primera es que yo nunca había compuesto nada, ni una frase a pesar de que tocaba el piano y la guitarra. La segunda es que yo no cantaba bien, cabe resaltar que en ese tiempo era el peor cantante del mundo, pues nunca había tomado una clase de canto y nadie me había explicado nada sobre el asunto, sólo lo hacía como juego y con canciones sencillas. Tercero, había que tener una banda para grabarla, ya que tampoco existían los instrumentos virtuales ni nada de eso en esa época. Lo más tecnológico eran los 128 sonidos MIDI que tenía mi tecladito y que en la computadora sonaban con muy mala calidad. Y por último, tenía que grabar la canción y no sabía cómo hacer eso.
Pero después de pensarlo decidí que sería un gran reto, por lo cual me senté en el piano de la escuela a componer y después de unas horas tuve mi primera canción. No era tan mala para nunca haberlo hecho y componerla como Dios me dio a entender. Traté de analizar algunos patrones de otras canciones y así es como hice la mía, con la diferencia de que también tenía que ser en inglés porque era un concurso en Estados Unidos. Pero bueno, la canción ya estaba, ahora necesitaba armar un grupo y aquí es donde viene la parte importante. Busqué entre todos los amigos y conocidos que tenía para ver quién tocaba algún instrumento, así es que el primero fue mi gran amigo y compañero de escuela Gerardo Salgado, quien ahora se dedica profesionalmente a ser baterista de música cristiana. Después le pregunté a algunos de los integrantes del grupo instrumental de la escuela y varios aceptaron entrar a mi grupo, puse posteriormente una convocatoria para buscar a una cantante y llegaron unas 20 niñas a hacer la audición. Desafortunadamente ninguna cantaba muy bien, ni tenían lo que yo buscaba para grabar la canción.
Así pasaron varias semanas y ya parecíamos la Sonora Santanera, tenía hasta saxofón, flauta transversa, 3 coristas, dos guitarras, bajo, batería y no sé cuánta cosa más. Sólo me faltaban las trompetas para ser como “Earth, Wind & Fire”, lo cual era muy chistoso, porque todos confiaron en mí sin haber siquiera escuchado mi canción. Y como no encontraba a una cantante que sonara increíble, decidí arriesgarme yo. No sabía cómo saldría pues nunca lo había hecho, ser yo el cantante era arriesgarme mucho, pero era lo que yo soñaba hacer, así es que comencé a ensayar la canción con mi voz y el piano. Sin embargo, no sonaba como yo quería, necesitaba a una cantante, porque la canción en mi mente estaba hecha para una mujer. Fue entonces cuando el baterista, Gerardo, me dijo que tenía la solución, pues conocía a la mejor cantante que pudiera imaginar. Así es que unos días después llevó a esa chica para presentármela y ese día cantó algo para escucharla.
Déjenme decirles que gracias ella mi carrera comenzó en realidad y hoy después de 17 años de no verla la encontré en Facebook. Hasta ese momento nunca había escuchado a alguien cantar así, pero sobre todo era una de las mejores amigas y seres humanos que alguien hubiera podido conocer jamás. Ella me enseñó muchas cosas, incluso gracias a sus consejos estudié la carrera de ciencias de la comunicación, pues yo trataba de seguir sus pasos, ya que era más grande que yo. Su nombre es Yoanna, y aceptó ser parte del grupo para concursar. Practicamos varias semanas la canción con todo el grupo y estábamos listo para entrar al estudio de grabación. Lo único malo es que yo no tenía dinero para pagarlo. Mi padre en ese tiempo me daba 17.50 pesos a la semana para vivir, yo no trabajaba y no tenía medios para poder sacar más dinero, pero había ahorrado por todo el año y adelantando mi cumpleaños y navidad de mi mamá y mi hermano juntaba 800 pesos. Eso era todo lo que tenía para un estudio. Así es que un día al pasar por un evento de música le pregunté al ingeniero si no sabía dónde podía grabar una canción y me dijo que había llegado al lugar indicado, porque él tenía uno y me cobraba 100 pesos la hora. Dios me había iluminado en ese momento, pues me alcanzaba para 8 horas, lo cual era perfecto. Fue entonces que todos nos alistamos para ir un sábado a grabar. El estudio estaba a una cuadra del metro Tacubaya. Yoanna era la única que tenía coche, así es que ella se llevó la batería y los instrumentos y los demás nos fuimos en metro. Pero llegando al lugar nos dimos cuenta de que tal vez las cosas no serían como pensábamos, ya que el famoso estudio era de 2 metros por 2 metros. Sólo cabía una silla para el ingeniero y una persona parada.
¿Y la batería? Tuvimos que grabarla en un pad de sonidos MIDI, así es que el trabajo de ensayos de Gerardo fue casi inútil, algo que yo no contemplaba, pues en mi diminuto conocimiento de estudios todos eran grandes y tenían espacio para la batería y todo el grupo. Aquí sólo era una computadora, un micrófono y una consola de 4 canales. Por eso costaba 100 pesos la hora. En fin, pasaban las horas y mi estrés crecía porque casi llegábamos a las 8 que tenía para pagar y no íbamos ni a la mitad de la grabación. Terminamos estando 13 horas. Yo estaba a punto de la muerte porque no sabía cómo lo iba a pagar. Pero le dije al ingeniero que en la semana pasaría a pagarle. Pero al día siguiente al abrir el correo de la casa estaba un sobre con 500 pesos que decía “Eddie, termina de pagar lo que falta. Con cariño Yoanna”.
Pagué entonces el dinero y nunca olvidé ese gesto que me inspiró a dedicarme a ser cantante y luchar por ese sueño. No olvidaré tampoco a todos los que fueron parte de mi primer grupo, pues conocí lo que era trabajar en equipo por algo, me di cuenta que no era tan mal cantante como creía y posteriormente a eso comencé a tomar clases de canto. Después de ese día vi a Yoanna un par de veces y nunca más volví a saber de ella. A Gerardo me lo encontré en un centro comercial hace 3 semanas y está a punto de casarse, y a todos los demás nunca volví a saber de ellos, pero sé que algunos se dedicaron también a la música. Fue una de las mejores aventuras de mi vida y a ellos les agradezco que hayan cambiado mi vida y que hayan confiado en mi, pues tal vez nunca se imaginaron que ese chico que creó ese día un grupo fuera hoy el dueño de la escuela de canto más exitosa en México. Pero no lo habría sido tal vez sino hubiera sabido que alguien creía en mi.
Como moraleja, comiencen a buscar gente, amigos que toquen, personas que crean en ustedes sin buscar recibir dinero, sino la satisfacción de vivir una aventura y compartir un sueño. Tal vez sólo tengan que buscar en su escuela, en sus trabajos, con sus amigos o con la familia. Siempre hay alguien que sepa de música y que toque un instrumento. Pero siempre recuerden a su primera banda o grupo, porque les aseguro que esas personas cambiarán su vida y nunca las olvidarán.
Por cierto, no ganamos el concurso, pero gané a los varios de los mejores amigos que pude haber conocido en mi vida y la oportunidad de seguir luchando por mis sueños, así es que creo que gané más de lo que pude imaginar.
Eddie Robson – IVT President
Comments 8
aaae wooooow que padre historia!!!!!! yo estoy por meterme a clases de canto al fin....no pude convencer a mis papás pero ya ahorré para pagarme la academia
genial..... en verdad es una gran historia para luchar por sus sueños,y hacerlos realidad
no importa el sueño o cuan grande es pa lograrlo, y si uno lo desea con su corazon lograra sus sueños..
gracias porque sirve de inspiracionn para muchas personas...
en verdad me encanta la musica peroo se que no tengo la voz pero aun asi nadie me quitara mis sueños..
Muchas gracias por compartir sus experiencias, eh leido todas las entradas del blog y lo sigo desde hace un par de meses. Me ha inspirado mucho a seguir adelante y no dejar de aprender nuevas cosas.
que cosas de la vida no eddie ?? muy padre historia de vida muchas gracias amigo.
Llore de risa, emoción y fue increíble recordar. Gracias!! Ahora tu me inspiraste a empezar mi blog y talvez me ayudes a volver a cantar.
Como siempre una linda historia para inspirarme más, gracias
haha que maravilla es la historia que quiero vivir, gracias por contarla
haha que maravilla es la historia que quiero vivir, gracias por contarla